miércoles, 12 de mayo de 2010

Siglo de Oro Español

Introducción.


Lo que a continuación encontraras corresponde a un trabajo de la Catedra de Castellano para el 1er año del Ciclo Diversificado de la U. E. “Carlos Emilio Muños Oraa” (CEAPULA). No somos expertos en esta área del conocimiento, por lo que presentamos una exposición muy simple de este suceso de gran importancia para la humanidad.


El Siglo de Oro Español es sin duda el periodo de mayor importancia de la cultura universal. Muchos son los factores que intervinieron e hicieron posible la conjugación de una gran variedad de expresiones artísticas que dan curso en España pero que impactaron de manera contundente la cultura de otros pueblos a nivel mundial.


Resulta un poco difícil explicar tan importante hecho, sobre todo cuando no se sabe por donde comenzar. Sin embargo, creo que es conveniente iniciar algunos años atrás para que tengamos una idea de los hechos previos al surgimiento de esta época tan significativa para la humanidad.


Nos ubicamos en la Edad Media. A principios de esta época (siglo V) se produce el desmembramiento del Imperio Romano que había perdurado durante 503 años. Ante este hecho, Europa se dividió en numerosos reinos controlados, cada uno, por un pueblo invasor diferente. De esta manera se aislaron las regiones y, en consecuencia, las diferencias del latín hablado en ellas se hicieron enormes. Esto propició la aparición de las llamadas lenguas romance: castellano, francés, italiano, portugués, rumano, provenzal y catalán. Surge el feudalismo como sistema económico basado en la posesión de la tierra.


Siete siglos más tarde (hacia el siglo XII) Europa evoluciona: el feudalismo decae, las monarquías se fortalecen y se inicia una intensa actividad comercial y cultural en las distintas ciudades. Para 1492 España inicia una época de auge que corresponde a su apogeo imperial y artístico, dando los primeros pasos de la antesala al Renacimiento (siglos XV y XVI). Es importante señalar que el Renacimiento en España llego con bastante retraso en comparación con otros lugares de Europa (a comienzos del siglo XVI) esto no impidió que desde España se hicieran grandes aportes al movimiento Renacentista, pero si significó gran influencia italiana en los modelos literarios renacentistas de los españoles.


En el marco de este auge, que tuvo una duración de bastante más de un siglo, se inició en España una época literaria en el que las letras españolas alcanzaron su mayor esplendor, a este periodo (que duro más de 100 cien años) se conoce con la denominación de El Siglo de Oro Español o simplemente El Siglo de Oro. Otro hecho importante de la historia universal marcaría el final de este periodo; el surgimiento del Barroco como expresión artística.


De manera que El Siglo de Oro esta enmarcado en dos grandes acontecimientos de la historia de la humanidad: El Renacimiento ( si inicio) y el Barroco (su final). Esta época se desarrolló en tres tiempos: a) Inicial, hasta finalizar el reinado de Carlos V. b) Del apogeo, durante los reinados de Felipe II. c) De la decadencia, bajo el reinado de Felipe IV y Carlos II.


Inicio del Siglo de Oro.


El inicio del siglo de oro esta enmarcado con el Renacimiento. Se da el nombre de Renacimiento al movimiento de renovación de las letras, las artes y las ciencias producido en algunos países de Europa: primero en Italia, luego en Alemania, los Países Bajos, Inglaterra, Francia y luego en España; se ubica en los siglos XV y XVI.


La influencia de los modelos italianos se manifestó originariamente, sobre todo en la poesía; donde durante el reinado de Carlos I (de 1517 a 1556) se destacó la poesía de Garcilaso de la Vega con clara influencia de Petrarca, así como el primer relato novelesco de “El lazarillo de Tormes”.


Garcilaso (1501-1536) consolidó definitivamente la introducción de las formas poéticas italianas, especialmente el endecasílabo toscano y el soneto; en una obra breve pero con una lírica caracterizada por la exaltación del amor humano y de la naturaleza; a pesar de que también surgieron firmes sostenedores del verso octosílabo, que satirizaron a los “petrarquistas”.


Apogeo del Siglo de Oro.


A partir del reinado de Felipe II se desarrolló un período con gran identidad nacional, caracterizado por las obras de fray Luis de León, Fernando de Herrera, los místicos como sor Juana Inés de la Cruz y especialmente la novela picaresca en que se destacan Mateo Alemán y fundamentalmente Miguel de Cervantes Saavedra.


En el campo de la prosa, el Siglo XVI español presenció una gran expansión de las obras históricas, orientadas especialmente a describir la obra de las guerras de Reconquista, especialmente la campaña de Granada; así como los reinados de Carlos V y la corona de Aragón, como también la historia de la conquista de las Indias. Del mismo modo, la preocupación por el cultivo y perfeccionamiento de la lengua castellana, originó algunas obras de temas idiomáticos.


La Reconquista condujo a un verdadero florecimiento de la literatura en prosa de tema morisco, donde se destacan la “Historia del Abencerraje” (1551) y la crónica de las guerras civiles en la Granada musulmana, entre los zegríes y los abencerrajes, de Ginés Pérez de Hita, de fines del Siglo XVI.


Sin embargo, el gran florecimiento de la literatura española del Siglo XVI estuvo representado por el desarrollo de las novelas; entre las cuales se destacan las de caballería, la picaresca y la pastoril. Aunque la temática morisca incorporó junto a elementos puramente históricos algunos componentes de ficción.


Como una prolongación de la épica del Romancero de los Siglos XIV y XV, las novelas de “caballerías” tuvieron en el Siglo XVI, a partir del desarrollo de la imprenta, una importante difusión; y en cierto modo inauguraron una modalidad novelística, consistente en la llamada “novela por entregas” en que la publicación separada de sus capítulos y consiguiente creación de la intriga acerca de la continuación.


Sin duda, el lugar más destacado de este período literario español lo ocupa el monumental “Don Quijote de la Mancha” de Miguel de Cervantes Saavedra, consagración de la novelística del Siglo de Oro. La picaresca es, en buena medida, una respuesta literaria a las novelas de caballerías; a partir de los antecedentes medievales, especialmente “La vida del lazarrillo de Tormes” de autor anónimo, publicada hacia 1554. El personaje típico de la picaresca es un representante de la inversa de los ideales de los caballeros, impulsado por el hambre en vez del honor o el valor: un sujeto marginal de la sociedad, absolutamente sin medios económicos, carente de valores morales y que solamente puede valerse de la astucia. Sus personajes son aventureros que sobreviven en la sociedad marginando el delito o cayendo abiertamente en él; y que no pocas veces terminan presos, incorporando así cuadros descriptivos del submundo carcelario, como los de la “Historia de la vida del Buscón“, de Quevedo, probablemente autobiográficos.


En el teatro, surgido hacia 1570 en los llamados “corrales de comedia”, el Siglo XVI español tuvo como principales representantes, a partir de algunas obras del propio Cervantes, a los andaluces Lope de Rueda y Juan de la Cueva; pero especialmente a Lope de Vega y Carpio (1562 - 1635), a quien se atribuyen alrededor de 1800 comedias, de las cuales son clásicas “Fuenteovejuna”, “El perro del hortelano“ y “Peribáñez y el comendador de Ocaña”.


Decadencia del Siglo de Oro.


La decadencia del siglo de oro vino de la mano del Barroco. Se designa como el Barroco, a un estilo artístico que marcó el período histórico que sucedió al Renacimiento, entre finales del siglo XVI y finales del siglo XVII; y que tuvo sus repercusiones en todas las artes principales: la pintura, la arquitectura, la música, la danza y también en la literatura; tanto en Europa como en los países hispanoamericanos.


Se considera que el término deriva del portugués, “barroco” equivale a la palabra castellana “barrueco”, que significa “perla irregular”. En italiano, la palabra “barocco” significa “razonamiento retorcido”.


La doctrina estética del barroco postula un perfeccionismo por el rebuscamiento de efectos novedosos y de sorpresa; un desafío al reto de las dificultades formales, haciendo alarde de ingenio en la creación de artificios que importan la necesidad de un esfuerzo en el receptor de la obra de arte, para descifrar su sentido y su contenido.


Idiomáticamente, la expresión “barroco” encierra las ideas de extravagancia y de exageración; con un marcado sentido peyorativo que alude a un rebuscamiento formal sin fundamento real.


Mientras el arte renacentista es esencialmente realista y se atiene a la apariencia objetiva, el barroco busca apartarse de esa apariencia, destaca las formas irregulares y busca obtener un efecto llamativo a través de lo grotesco. Por ello tanto en las artes visuales como en la literatura, recurre a las formas recargadas, caprichosas y sumamente elaboradas. Frente al realismo renacentista, el barroco entronca con algunas manifestaciones de la filosofía, incluso originarias de la Grecia clásica, en que se llega a poner en duda que si lo que se ve es realmente tal y como se ve.


La influencia del Barroco estuvo orientada en dos modalidades: a) El Gongorismo; predominio de la forma sobre el contenido, su representante fue Luis de Góngora. b) El Conceptismo; predominio del fondo sobre la forma. Su mayor exponente fue F. Quevedo.


En buena medida, el Barroco, consecuentemente con la actitud asumida por España como reducto del catolicismo frente a la Reforma, encarnó el espíritu de la Contrarreforma. Por otro lado, si bien en muchas de sus manifestaciones artísticas estuvo fuertemente ligado a los temas religiosos, por otro lado postuló una libertad absoluta para crear y aún para distorsionar las formas; buscando permanentemente la complejidad en la expresión como medio para desconcertar y maravillar al destinatario de la obra de arte.


Para 1588 el Imperio Español sufre una decadencia militar y política. Poco a poco, el Imperio Español se fue convirtiendo en una potencia de segundo orden; frente al surgimiento de Inglaterra y Francia, que desarrollan sus economías reales y terminan quedándose también con los metales preciosos.


En ese contexto, la cultura barroca resulta ser en buena medida reflejo de esas circunstancias conformadas por la decadencia, la crisis, el malestar social, las tensiones religiosas y una resultante común de frustración y desengaño. Se asiste al derrumbe del idealismo renacentista, con su amor a la vida y su visión armónica del mundo; y se impone una concepción negativa del mundo y de la vida.

Deseamos (Murachi Rivas e Ignacio Agusti) agradecerte la gentileza de dedicar un tiempo para leer nuestro trabajo.

Referencias

1.- Blanca, A. (2000) Castellano y Literatura I año E.M.D.P. p 26. Editorial Actualidad: Caracas.

2.- http://www.liceodigital.com/literatura/barroco.htm